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ANIMALES EN PELIGRO.
La extinción puede ser un proceso natural. Por millones de años
las especies se han ido extinguiendo gradualmente, y fueron reemplazadas
por otras nuevas. Sin embargo, en tiempos recientes las especies han ido
desapareciendo mucho más rápido de lo que lo harían
en forma natural, porque los seres humanos han cazado animales y destruido
su ambiente de vida. La mayor parte de la extinción ocurrida en
los últimos 300 años fue producida por el hombre. Los científicos
están convencidos de que cientos de especies animales están
en riesgo real de extinguirse dentro de 20 años o más. Esto
incluye no sólo a animales que existen en abundancia, como mamíferos
y pájaros, sino también a una gran cantidad de animales pequeños,
como los insectos. Por ejemplo, actualmente existen algo menos de 7 mil
tigres salvajes (debido a la pérdida de su hábitat y la comercialización
de su piel y cuero). También: quedan sólo 40.000 gorilas
(debido a la destrucción de su medio ambiente y la caza).
Vista aérea de animales africanos: ¿Qué
pasará con ellos en el futuro?
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PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES.
Consiste en un conjunto de leyes relativas a la responsabilidad de los
dueños o de quienes tienen animales a su cargo, tanto para con los
propios animales como para con otras personas. El grado de responsabilidad
de los propietarios depende del animal de que se trate y de la legislación
de cada Estado; así, en algunos países, quienes posean especies
consideradas peligrosas están obligados a reparar todo el daño
que el animal haya infligido, a menos que el elemento detonante fuera la
conducta de la parte afectada. Los dueños de animales que, aún
no siendo considerados peligrosos, actúen con violencia, son responsables
en el supuesto que conocieran de antemano las características anormales
o peligrosas del animal, como ocurre si ya había atacado a alguien;
si esto no es así, los propietarios sólo son responsables
del daño causado en un supuesto de negligencia, es decir, que no
hubieran tomado precauciones adecuadas para controlar al animal. Aquellas
personas cuyos animales invadan una propiedad ajena están obligadas
a reparar el daño que hubieran causado, pudiendo un pastor o el
dueño de un rebaño matar a un perro que esté molestando
a sus ovejas, por ejemplo.
La inquietud provocada
por la crianza de algunas razas caninas ha hecho que algunos países
introduzcan nuevas leyes relativas a la posesión de perros peligrosos,
aplicable a algunas razas, como es el caso del pit bull, que se cría
como animal de pelea. Si estos perros se encuentran sin bozal en un lugar
público, esto no sólo constituye un delito por parte del
dueño, sino que el animal puede ser sacrificado.
Para la tenencia de animales peligrosos
es obligatorio obtener una licencia expedida por las autoridades locales,
a la vez que es necesario que el animal se someta a inspecciones periódicas
realizadas por un veterinario. En el caso de los parques zoológicos
la legislación es parecida, aunque más estricta. Se necesitan
además licencias para el establecimiento de locales con fines comerciales.
En el caso de que se determinara una enfermedad en el ganado, existe la
obligación de informar sobre la existencia de tal enfermedad, a
raíz de lo cual las autoridades pertinentes tienen la competencia
necesaria para aislar los rebaños y tratar a los animales infectados.
La crueldad hacia los animales o
la ausencia de medidas para aliviar el sufrimiento de un animal puede constituir
delito. Un oficial de policía puede sacrificar un animal que esté
sufriendo de forma considerable, sin el consentimiento del dueño,
siempre y cuando un veterinario haya dado fe de este sufrimiento. La única
excepción dentro de estas reglas es cuando un animal resulta expuesto
al sufrimiento en el transcurso de un experimento científico, proceso
que se conoce con el nombre de vivisección.
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LOS ANIMALES
EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. Los investigadores
científicos utilizan la experimentación animal en biomedicina
y veterinaria con el fin de mejorar la salud humana y el bienestar de los
animales. Sostienen que se ha podido desarrollar una medicina avanzada
(como antibióticos o vacunas) gracias a la experimentación
animal y que ésta sigue siendo un factor clave en la investigación
y tratamiento de las enfermedades coronarias, el cáncer o el SIDA.
La legislación vigente regula
el uso de animales de laboratorio en la industria científica y en
la educación, así como el tratamiento, el mantenimiento y
la crianza de animales y la utilización de otras alternativas para
la experimentación.
Muchos científicos utilizan monos en sus investigaciones.
Cualquier persona que desee realizar experimentos con animales está
sujeta a un número de requisitos estrictos, que reflejan la polémica
cada vez mayor que suscita la práctica de la vivisección.
En algunos países el científico necesita una licencia gubernativa,
que puede presentar requisitos específicos y debe cumplir dos condiciones:
que el sufrimiento del animal se reduzca al mínimo posible en el
contexto del experimento y que el animal sea sacrificado del modo más
rápido posible una vez concluido ese experimento. Pruebas de caracter
particular también necesitan una licencia oficial, que sólo
será concedida si se atienen a cierto número de objetivos,
como son el alivio o mejor entendimiento de la enfermedad, la investigación
de la fisiología, la protección o estudio del medio ambiente,
la investigación dentro del campo de las ciencias biológicas
o del comportamiento y la investigación en el campo de la educación
continuada o superior. Por último, el experimento debe realizarse
en un centro de investigación determinado, con una persona a la
que se designe responsable del cuidado diario de los animales y con un
veterinario nombrado para que supervise el experimento. Si no se cumplen
estos requisitos, el experimento constituye un delito.
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LOS
ANIMALES EN EL TIEMPO LIBRE Y EL DEPORTE.
Existen deportes en los que se sacrifican animales. La legislación
relativa a la caza con tejón, a la lucha de perros o a la caza del
venado varía según cada país. La caza del zorro está
permitida en Gran Bretaña, pero en ocasiones la oposición
activa de los defensores de los derechos de los animales durante la temporada
de caza ha llegado a producir el sabotaje de estos eventos. En España,
Francia y algunos países de América Latina, las corridas
de toros son una forma de arte festivo que preocupa a los defensores de
los derechos de los animales. Los juegos con animales mediante prácticas
burlescas y, en ocasiones, cruentas, son frecuentes en las fiestas tradicionales
de muchos lugares.
Existe también cierta preocupación
por los animales que se exhiben en los zoológicos y que actúan
en los circos, ya que se considera que su tipo de alojamiento, espacio
vital, hábitat y clima suelen ser inadecuados. Su reclusión
puede causar un comportamiento anormal, como el continuo pasear de un lado
a otro. Los gerentes de los zoológicos se defienden diciendo que
ellos aportan a la sociedad ventajas de tipo educativo, científico
y medioambiental. Las carreras de caballos y de galgos no suscitan una
oposición tan fuerte, ya que en ellas son raros los casos de abuso.
Sin embargo, cada vez se dan más casos de crueldad o abandono en
los animales de compañía.
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